No obstante, la importancia del tamaño de tu miembro viril se debe a cómo afecta ciertas variables del acto, pero no al placer que da.

Por eso, a continuación te lo desglosamos de manera amplia, para que dejemos de estigmatizar y encasillar a la gente por la envergadura de lo que les cuelga entre las piernas.

Los principios del placer

Mucha gente sostiene que, a la hora de la hora, el tamaño sí importa. Sobre todo, existe la noción de que el placer está íntimamente relacionado con este último punto. Sin embargo, los hechos dicen lo contrario.

Si bien la diversión de los pasivos depende de cómo se estimule la próstata, una herramienta más grande no se traduce automáticamente en más y mejores sensaciones.

De acuerdo con el sitio Healthline, más allá de que tu pareja en cuestión la tenga grande, lo que realmente da placer es la forma en la que se masajea. Es decir, hablamos de qué tan lento o rápido ocurre, en qué dirección, posición, etcétera.

De hecho, un miembro de grandes proporciones puede imposibilitar la variedad de técnicas a usar, pues tiene menor rango de movimiento y maniobrabilidad.

¿Cómo es que nos importa?

Ahora bien, te dijimos que el tamaño importa y efectivamente así es, pero no por el placer, sino por lo que rodea al acto carnal

Por ejemplo, las medidas de tu amigo aumentan enormemente las posibilidades de una lesión o infección. Además, la envergadura es directamente proporcional al dolor que puedes llegar a sentir.

Aunado a esto, se intensifica el riesgo a un rasgado anal que si no se trata de inmediato puede tener graves y dolorosas consecuencias. Y es que este daño específico puede extenderse a otras partes del cuerpo y una vez que has tenido uno, eres más propenso a presentarlo una segunda vez.

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