Jesse Ford un estudiante de la universidad de New York ha realizado un estudio que fue publicado por la Oxford Academic, con el objetivo de profundizar en las experiencias de hombres que mantenían una doble vida para aparentar ser heterosexuales. ¿Cómo se desarrolló el sexo?, ¿Por qué no lo deseaban en primer lugar? y ¿Por qué simplemente no dijeron que no?, el estudiante quien actualmente prepara su doctorado en sociología y se ha entrevistado con 39 universitarios de diferentes orígenes étnicos.
Hay muchos hombres que suelen buscar lindas mujeres para experimentar en su primera vez.
Es importante aclarar la diferencia entre sexo no deseado y agresión. “Con el sexo que no es deseado (pero no es una agresión) una persona elige mantener relaciones sexuales, aunque podrían haberlas evitado. Por el contrario, con la agresión sexual o la violación, el sexo no es deseado sino forzado. En otras palabras, toda agresión sexual es sexo no deseado, pero no todas las relaciones sexuales no deseadas son agresiones sexuales”.
Explicó Ford, aclarando que la mayoría de las personas que participaron en el estudio se sentían más cómodos hablando de sexo no deseado y no consensuado, que de agresiones sexuales.
Según Ford, existe un patrón que lleva a estos individuos a no rechazar las relaciones sexuales con una mujer, aunque no las deseen: Como la presión social. Muchos describieron que habían tenido relaciones sexuales no deseadas para proyectar una imagen y aprovechar una oportunidad sexual. Les preocupaba que decir NO pudiera hacerles parecer raros, inmaduros, ofensivos o castrantes … No querían que se les mencionara como el tipo de hombre que rechaza el sexo con una mujer atractiva, para que otros no los vean como alguien “virgen, idiota o alguien que simplemente es gay”, explicó.
“Creo que es importante entender cómo y por qué sucede … Y me hace preguntarme si es una pieza que falta en el debate general sobre el sexo en nuestra cultura”, concluye Ford, su estudio revela indirectamente que las mujeres que eligen mantener relaciones sexuales también son agredidas, en cierta manera, por ese miedo de algunos hombres heterosexuales a que seles pueda considerar homosexuales, haciendo que las chicas con las que mantienen relaciones sexuales consensuadas puedan ser consideradas víctimas indirectas de la homofobia.