Aunque no lo creas, más allá de los fetiches, los olores juegan una parte muy importante durante el sexo, al menos eso nos dice la ciencia.
Una y otra vez, estudios comprobaron que este sentido es fundamental para entender nuestra atracción por los demás. Ahora bien, hay personas que llevan esto a nuevos niveles.
A continuación te desglosamos un poco sobre lo que hay detrás del gusto sexual por los olores. Sobre todo para que sepas qué ocurre en nuestro cerebro para llevarnos a la excitación.
La importancia de una nariz
Antes de hablar de lleno sobre la ciencia detrás del fetiche por los olores, debemos comprender la importancia de la nariz.
Y es que este sentido juega un rol importante durante el acto sexual. Al respecto, Alan Hirsch y Jason Gruss explicaron lo siguiente en un artículo para el Journal of Neurological and Orthopaedic Medicine and Surgery y republicado por Psychology Today:
«La prominente conexión entre olores y sexo en los diversos periodos históricos y culturas implica un alto nivel de importancia evolutiva. Freud sugería que los olores son tan fuertes como inductores de deseos sexuales que la represión de las sensaciones olfativas es necesaria para la civilización».
Ambos afirman que la conexión entre excitación y olfato no es un misterio, pues está impresa en nuestra misma biología:
«La anatomía confirma la conexión entre olfato y sexo: el área del cerebro por la que experimentamos el olfato, el lóbulo olfativo, es parte del sistema límbico, el cerebro emocional, el área de donde se derivan los pensamientos y deseos sexuales».
Como ejemplo de esto, tenemos al estudio de 2018 Olfactory Function Relates to Sexual Experience in Adults. Dicho trabajo fue elaborado por la Universidad Técnica de Dresden en Alemania y republicado por The British Psychological Society.
Este último comprobó que las personas con mejores capacidades olfativas disfrutaban más de sus encuentros sexuales. Algunos incluso afirmaron tener mejores orgasmos.
Olfactofilia
Ahora bien, para entender la ciencia detrás del fetiche por los olores hay que llamar a las cosas por su nombre. Se le conoce como olfactofilia a la parafilia en la que un individuo se siente sexualmente estimulado por los olores.
Sin embargo, este término sirve para nombrar cualquier reacción inusual hacia lo que olemos. Por esta razón, también se le conoce así a las personas que le temen a los olores fuertes o desconocidos.
Pocos estudios se han hecho respecto a esta particularidad. No obstante, en el trabajo de Hirsch y Gruss ellos dan esta teoría:
«Los olores pueden inducir una respuesta pavloviana recordándole a los sujetos sobre sus parejas sexuales o sus comidas favoritas. Entre las personas criadas en los Estados Unidos, los olores de alimentos horneados son más aptos a inducir un estado llamado ‘estado de recuerdo evocado olfativamente’».
A pesar de este dato, debemos aclarar que los olores forman parte de otros fetiches y parafilias, por lo que se considera que este gusto es mucho más complejo y, dependiendo del contexto, atiende a situaciones específicas.
