Un estudio reciente concluye que dicha unión nace desde la urgencia por ambas partes de intercambiar consejos románticos y sexuales.
El fenómeno es tal, que numerosas ficciones han explotado el rol del amigo gay hasta la saciedad. “Glee”, “Aquí no hay quien viva”, “La que se avecina”, “Will & Grace” han sido sólo algunas de las que se han sumado al carro de éxito que supone esta curiosa empatía que ellas y ellos comparten.
Una investigación recién publicada revela que dicha unión proporciona a ambos miembros de la amistad consejos útiles respecto a las relaciones románticas y al sexo. “Nuestros resultados sugieren que las mujeres heterosexuales y los hombres homosexuales perciben el asesoramiento proporcionado por el la otra persona con más confianza que un consejo similar ofrecido por otros individuos”, aseguró el psicólogo Eric Russell, investigador visitante en la Universidad de Texas en Austin.
Russell y sus colegas describen dos experimentos que proporcionan evidencia a esta tesis. Uno contó con 88 mujeres heterosexuales y otro con 58 hombres homosexuales. Todos se presentaron con el perfil de Facebook de una persona llamada Jordan. Los perfiles son idénticos, excepto por el género y la orientación sexual. Para las mujeres participantes, Jordán se identificó como una mujer heterosexual, hombre heterosexual o gay. Para los participantes varones homosexuales, Jordan era o bien una mujer heterosexual, un chico gay o una lesbiana.
A los participantes se les dijo que se imaginasen que estaban en una fiesta con Jordan, y él o ella les diera un consejo relacionado con el amor. Luego se evaluaba el grado de confianza que le darían a dicho consejo. Tanto por parte del gay como de la mujer hetero, la tasa de aceptación era altísima, lo que según los investigadores confirmaba “la cercanía emocional compartida por las mujeres heterosexuales y los hombres homosexuales”.
