En la vorágine de la cultura actual, donde la jerga se reinventa constantemente, surge un debate dentro de la comunidad LGBTQ+: ¿qué significa realmente ser un “twink”?
Una reciente publicación en X (anteriormente Twitter) ha generado controversia al mostrar a un hombre con físico musculoso y bigote, acompañado del texto “Descansa en paz Oscar Wilde, te hubieran encantado los twinks como este”.
¿Desconocimiento o reinterpretación?
Este hecho ha desatado la pregunta: ¿cuándo se perdió el verdadero significado de “twink”? Si bien no existe un origen universalmente aceptado, hay un consenso general sobre su definición:
Joven: La edad oscila entre los 18 y 25 años.
Físico: Delgado, con poco o ningún vello corporal, generalmente rubio.
Estilo: A menudo se asocia con ropa ajustada y llamativa.
Atractivo: Se considera un objeto de deseo masculino gay.
Orígenes etimológicos
Twinkie: Algunos creen que proviene del pastelito de Hostess.
Twinkle Toes: Otros apuntan a “Twinkle Toes”, que significa “pies de bailarina”.
Twank: También se menciona el término británico “twank“, que hace referencia a un hombre “dispuesto a ser la pareja de un hombre dominante“.
Evolución del término
1963: La palabra “twink” se registró por primera vez como “persona joven sexualmente atractiva”.
1960-65: Se asocia con “un hombre gay o afeminado; un hombre joven como objeto de deseo masculino gay”.
2004: El Urban Dictionary define “twink” como “un joven gay atractivo de aspecto juvenil”.
Importancia de la precisión:
Es crucial recordar que un hombre con físico musculoso, bigote y tatuajes no encaja en la definición de “twink”.
La comunidad LGBTQ+ siempre ha tenido términos para hombres jóvenes y atractivos. Anteriormente se les conocía como “mollies” en Inglaterra y “knabe” en Alemania.
Es fundamental reconocer la diversidad dentro de la comunidad y evitar apropiarse de términos sin comprender su verdadero significado. La precisión en el lenguaje nos permite mantener una identidad fuerte y coherente.