En un incidente que resalta la creciente represión contra la comunidad LGBTQ+ en Rusia, una joven de Nizhny Novgorod fue arrestada y acusada por llevar aros con los colores del arcoíris, considerados símbolos prohibidos bajo la nueva legislación del país.
El arresto tuvo lugar después de que la pareja fuera abordada por un grupo agresivo en un café local, quienes notaron los aros de la joven y un pin con la bandera ucraniana que llevaba su compañero. El incidente fue capturado en video y compartido en redes sociales, lo que llevó a una citación para interrogar a la mujer por parte del Centro de Lucha contra el Extremismo.
La joven fue declarada culpable de llevar “símbolos prohibidos” en virtud de las leyes rusas contra el extremismo, aunque su abogado señaló la falta de claridad sobre qué símbolo específico se consideraba extremista. Esta situación refleja el uso arbitrario de la legislación para reprimir a activistas y críticos del gobierno.
El arresto se produce en un contexto de endurecimiento de la postura oficial hacia la comunidad LGBTQ+ en Rusia. En noviembre, la Corte Suprema del país declaró al movimiento internacional por los derechos de los homosexuales como “organización extremista”, lo que allana el camino para una mayor persecución.
Desde la aprobación de la ley que prohíbe la “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” en 2013, seguida de restricciones adicionales, incluida la limitación de la adopción por parte de parejas del mismo sexo, Rusia ha intensificado su represión contra la comunidad LGBTQ+. La ley contra el extremismo se ha utilizado como herramienta para perseguir a críticos y activistas tanto dentro como fuera del país.
Este incidente subraya la necesidad de una atención internacional renovada sobre los derechos humanos en Rusia, especialmente en lo que respecta a la protección de las minorías sexuales y la libertad de expresión.