La Navidad era un fiesta de sexo en la Antigua Roma

María y Cristo, dos figuras centrales en el relato navideño, parecen haber mantenido un misterioso silencio sobre sus vidas amorosas. A menos que los tres reyes magos estuvieran ocultando sus propios secretos, la sexualidad de los protagonistas del Belén sigue siendo un enigma. Pero, ¿y si los reyes magos tuvieran historias ocultas de escapadas amorosas?

Antes de adentrarnos en lo controvertido, echemos un vistazo a la explosiva historia queer de la Navidad en la antigua Roma, donde Saturnalia reinaba como la festividad de la época. Inicialmente un tributo al dios de la agricultura, Saturno, esta celebración pagana se transformó en una semana de festividades que incluían, entre otras cosas, una actitud heteroflexible y una atmósfera de desenfreno.

Durante Saturnalia, los romanos dejaban de lado las inhibiciones sociales y se sumergían en festividades inclusivas que abarcaban todas las clases sociales. Aunque los romanos solían mostrar reservas hacia las relaciones entre hombres adultos, durante estas festividades se abandonaban esas restricciones, emulando las celebraciones queer de la antigua Grecia.

Sin embargo, con el cierre del siglo IV, Saturnalia retrocedió en la historia mientras la figura de Jesucristo se consolidaba. Los cristianos, mediante astutas maniobras políticas y la apropiación del paganismo, transformaron la festividad en una completamente nueva: la Navidad.

Hablando de Jesucristo, algunas teorías sostienen que él también podría haber sido gay. Desde el siglo XVI, se han formulado especulaciones al respecto. La teoría de que Jesús era homosexual provocó controversias, como en el caso de Kit Marlowe, quien enfrentó críticas en la Inglaterra isabelina y, supuestamente, fue asesinado por proponerla.

Otra prueba citada es la representación de Juan, el discípulo, en la Última Cena, donde se le muestra apoyando su cabeza en el pecho de Jesús. Además, en la Biblia, Jesús ruega a su madre que adopte a Juan, sugiriendo un vínculo especial entre ellos.

Un episodio más sorprendente es el descubrimiento en 1960 de un supuesto “Evangelio secreto de Marcos”, que narra un encuentro nocturno entre Jesús y un joven. Aunque la autenticidad de este evangelio es cuestionable, ha alimentado la especulación sobre la vida privada de Jesús.

En resumen, la historia de la Navidad guarda secretos intrigantes que van más allá de la narrativa tradicional, explorando aspectos inexplorados y controvertidos de las figuras centrales en este relato milenario.