Poppers, con qué nunca debes mezclarlos

Los poppers son sustancias estimulantes sumamente populares en el ambiente gay debido a sus efectos afrodisiacos. Esta droga fue sintetizada por primera vez en 1844 por el químico Antoine Balard. Y fue Sir Thomas Lauder quien comenzó a utilizar sus efectos de dilatación para tratar enfermedades como la angina de pecho.

Estas sustancias pueden contener tres tipos de nitritito diferentes: amilo, butilo e isobutilo. El nitrito más usado para sintetizar los poppers es el amilo, el mismo que se ocupa como aditivo para el diésel. Y, aunque ya no se utilice con fines medicinales, en las sex shops y otros comercios se pueden encontrar poppers con nombres comerciales como Stud, Locker Room, Pure Gold, Rush, entre otros.

La llamada ‘droga del amor’ comenzó a consumirse en la comunidad LGBTIQ+ en la década de los 60. Aunque su popularidad explotó y se mantuvo desde los 70 hasta los 90. Aún hoy en día, esta droga continúa siendo una de las más empleadas en los encuentros sexuales de la comunidad gay.

¿Por qué es tan popular y cuáles son sus efectos?

Los efectos principales de los poppers son una sensación de euforia, desinhibición, incremento de libido y distorsiones perceptivas placenteras. No obstante, la característica que los ha hecho tan populares en el ambiente gay es su efecto de relajación y dilatación de los esfínteres anales y vaginales. Además de que también, en algunas personas, alarga y potencia la erección.

Los poppers no contienen ninguna sustancia adictiva. No obstante, a diferencia de otros estimulantes, los efectos de la ‘droga del amor’ duran tan solo un par de minutos. Por esta razón, los usuarios pueden llegar a consumir grandes cantidades durante un largo periodo de tiempo con el fin de mantener las sensaciones placenteras por un lapso más largo.

¿Cuáles son los riesgos que esta sustancia conlleva?

Alguno efectos secundarios que se pueden experimentar con los poppers son náuseas, vértigo, dolores de cabeza, enrojecimiento de ojos y visión borrosa, congestión en la cara y el cuello. Igualmente se puede sufrir de sangrado nasal y taquicardia o, por el contrario, de disminución del ritmo cardiaco. Esto último puede provocar irregularidades en la respiración. Asimismo, la piel puede experimentar enrojecimiento o también tornarse azul o grisácea en zonas cercanas a las uñas.

Igualmente, si se inyectan o se beben los poppers en vez de inhalarlos, el riesgo de sufrir metahemoglobinemia se eleva considerablemente. Se sufre de esta condición cuando la sangre deja de transportar oxígeno, cosa que podría resultar mortal si se agrava. Y, en cuanto a repercusiones psicológicas, esta sustancia puede causar pérdida de atención y memoria a corto plazo.

¿Con qué no los puedes combinar nunca?

No te recomendamos que consumas poppers. Sin embargo, si decides hacerlo, nunca debes de combinarlos con el Viagra, ya que tu presión sanguínea podría disminuir radicalmente y causarte una embolia.

Tampoco deberías de combinarlos con cocaína, anfetaminas, éxtasis ni alcohol, ya que esto aumentaría los riesgos de sufrir un paro cardiaco. Finalmente, no es una buena idea utilizar poppers junto con la marihuana debido a que esta intensifica los mareos, los dolores de cabeza y las náuseas.

Te repetimos: de ninguna manera queremos que empieces a consumir estas sustancias o que sigas haciéndolo. No obstante, te explicamos qué son los poppers y sus efectos adversos para que, si decides probarlos, sepas a qué te estás enfrentando.

Recuerda siempre moderarte en el consumo de cualquier sustancia y tener a la mano un contacto de emergencia por si las cosas se salen de control