Para el estudio, a 23 participantes se les mostraron fotografías de perfil de citas de 200 hombres homosexuales, 100 activos y 100 pasivos, y luego se les pidió que identificaran cuál era cuál. Basándose únicamente en las imágenes, los participantes identificaron correctamente a los activos aproximadamente el 65 por ciento del tiempo y a los pasivos aproximadamente el 39 por ciento del tiempo. ¿El promedio general de conjeturas correctas? ¡Un sorprendente 52 por ciento!
El Dr. Nicholas O. Rule, quien dirigió el estudio, dijo que los resultados tenían que ver principalmente con “estereotipos de inspiración heterosexual sobre los hombres” o indicadores biológicos de masculinidad. Entre ellos se incluyen el nivel de vellosidad de un hombre, el tamaño de los músculos o la cuadratura de la mandíbula.
Moylan también analizó un estudio de 2011 realizado por los investigadores chinos y canadienses Lijun Zheng, Trevor Adam Hart y Yong Zheng. Descubrieron que no es sólo la apariencia física de un hombre la que puede revelar su posición sexual preferida. Sus manierismos también influyen.
Los investigadores notaron que los chicos que decían ser activos también tendían a tener intereses más tradicionalmente masculinos, mientras que los chicos que se identificaban como pasivos tendían a adherirse a roles de género más tradicionalmente femeninos.
Curiosamente, en un estudio separado realizado por el mismo equipo de investigación, los pasivos demostraron un mayor interés en rostros de hombres considerados tradicionalmente masculinos, mientras que los activos estaban más interesados en rostros tradicionalmente femeninos.
Sin embargo, estos análisis solo muestran un patrón de comportamiento que no necesariamente es aplicable a todos, por lo tanto, si deseas estar completamente seguro del rol de un chico lo que debes hacer es: preguntar.