El polémico Camino Sinodal de Alemania aprobó por abrumadora mayoría que la Iglesia bendiga las uniones entre personas del mismo sexo y las uniones entre católicos divorciados y vueltos a casar. La medida se ha enfrentado a duras críticas por parte de algunos miembros de la jerarquía católica que han acusado a los obispos alemanes de haber abandonado la fe.
El Cardenal alemán Gerhard Müller y el Cardenal estadounidense Raymond Burke reprendieron a los obispos alemanes y pidieron que sean sancionados en una entrevista del programa “The World Over with Raymond Arroyo” de EWTN emitida el jueves 16 de marzo.
“Debe haber un juicio, deben ser sentenciados y deben ser destituidos de sus cargos si no se están convirtiendo y no están aceptando la doctrina católica”, señaló el Cardenal Müller durante su intervención.
“Es muy triste que una mayoría de obispos haya votado explícitamente en contra de la doctrina revelada, y de la fe revelada de la Iglesia Católica y de todo nuestro pensamiento cristiano, en contra de la Biblia, de la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura y en la Tradición apostólica y en la doctrina definida de la Iglesia católica”, añadió el Purpurado.
Müller indicó que los laicos y los obispos que apoyaron estas resoluciones en el Camino Sinodal Alemán están “influenciados por esta ideología LGBT y ‘woke’, que es materialista y nihilista”.
Cabe resaltar que LGBT son las siglas que agrupan a las lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, mientras que “woke”, que puede traducirse del inglés al español como “despierto”, abarca la agenda de la izquierda a favor de la ideología de género, el lobby gay y el feminismo radical.
“Es absolutamente blasfemo bendecir esas formas de vida que son, según la doctrina bíblica y eclesial, un pecado, porque toda forma de sexualidad fuera de un matrimonio válido es pecado y no puede ser bendecida”, enfatizó Müller.
“Si se mira en la Biblia, es absolutamente sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer, quienes están unidos en el amor en el cuerpo y en el alma”, explicó el Purpurado alemán, “y tener la posibilidad [de] convertirse en padres y madres y fundar una familia”.
El Cardenal Burke, por su parte, instó al Vaticano a sancionar a los obispos que votaron a favor de bendecir las uniones homosexuales.