Aplicación gay puso a la venta durante años los datos de sus usuarios sin informarlo

La aplicación de citas Grindr, utilizada casi exclusivamente por homosexuales, bisexuales, trans y queer, vendió desde por lo menos el 2017, los datos de ubicación de millones de usuarios de todo el mundo. Luego de haber sido recopiladas a través de una red de publicidad digital, informó The Wall Street Journal, citando fuentes vinculadas con el caso.

A través de la técnica de trilateración, la cual utilizan varias aplicaciones y se basa en hacer cálculos de manera automática y en tiempo real, Grindr podía extraer información de todos los usuarios en una ciudad y conocer no solo su ubicación, sino los datos de su perfil, incluyendo nombre, edad, foto y su estatus de HIV, según reportó entonces el sitio Queer Europe.

En diciembre pasado, la Autoridad de Protección de Datos de Noruega (DPA) impuso a Grindr una multa de 6,3 millones de euros por la venta de los datos de sus usuarios sin que estos hubiesen expresado consentimiento alguno. El ente regulador advirtió entonces que las leyes europeas prohíben que la información personal se utilice como método de pago por un servicio digital. Esto se debe a que la aplicación de citas usaba la llamada publicidad conductual para financiarse e informaba a los usuarios que estaban pagando ese servicio con sus datos personales, pero omitía que esa información era vendida a terceros y tampoco existía la posibilidad de rechazar que sus datos se usaran de ese modo. En caso de rechazo por parte del usuario, la empresa le cobraba una cuota de suscripción.

Con esta política de Grindr, los clientes de empresas de publicidad móvil pudieron durante algunos años comprar paquetes con gran cantidad de datos de movimiento de teléfonos.

Por su parte, el portavoz de Grindr manifestó que: “Desde principios de 2020, Grindr ha compartido menos información con socios publicitarios que cualquiera de las grandes plataformas tecnológicas y la mayoría de nuestros competidores”. Y agregó que: “Las actividades que se han descrito no serían posibles con las prácticas de privacidad actuales de Grindr, que hemos tenido durante dos años”.