‘No podemos cambiar las leyes. Uno no puede cambiar la religión durante 28 días de Copa del Mundo’. Con esa frase Nasser Al-Khater, presidente del Comité Organizador de Qatar 2022, explicó que cualquier reclamo respecto a las leyes del Islam sobre la homosexualidad será en vano.
Para entender por qué la religión que profesan más de 1.500 millones de musulmanes en el mundo no acepta las demostraciones de afecto de personas del mismo sexo, no habilita el consumo de alcohol y mantiene a la mujer bajo turbantes, hay que cambiar el chip occidental y querer entender sin prejuicios lo que propone el credo.
¿Qué dijeron en Qatar?
El titular del comité organizador de Qatar 2022, sostuvo que se les permitirá la presencia a las personas del colectivo LGBT pero que al mismo tiempo no podrán exhibir las banderas del arco iris (el símbolo gay por excelencia) y ningún tipo de muestra de afecto en los estadios o alrededores.
El mandatario qatarí justifica esta decisión del país organizador por dos hechos: primero, porque Qatar es un país muy conservador, y segundo que sus normas deben ser respetadas por todos los ciudadanos del mundo.