El vello púbico reduce la fricción, principalmente durante las relaciones sexuales, pero también durante otras actividades que pueden causar roces en la región. Por eso mismo, se lo considera como un “lubricante seco”, lo que sugiere también que evita un exceso en la frotación que puede causar molestias y malestar después de haber mantenido relaciones sexuales.
Las páginas de salud y belleza femenina, e incluso las películas pornográficas, impulsaron el negocio de la depilación genital, relacionándola con una opción limpia y estéticamente más agradable. Pensadoras feministas, en cambio, consideran que la depilación es una imposición de las corrientes culturales predominantemente masculinas.
“Las personas depiladas por completo son más propensas a padecer infecciones como el molusco contagioso, el herpes genital y el HPV (el Virus del Papiloma Humano). No solo por la falta de vello sino también por el tipo de depilación, por ejemplo, al rasurarse pueden causarse heridas y así exponerse a las infecciones de transmisión sexual”, plantea Claudia Andrea González (M.N. 86.074), ginecóloga, obstetra y sexóloga clínica.
Depilarse por completo también puede ocasionar:
Picazón genital.
Quemaduras en los genitales (al depilarse con cera).
Sarpullido y protuberancias.
Dermatitis.
Es cierto que el vello púbico tiene una función clara, pero la decisión de depilarse dependerá de cada persona. La clave es dejar de asociarlo con una mala higiene, olores desagradables o una estética poco atractiva que pueda molestar en el momento de mantener relaciones sexuales.
“Cada individuo puede optar por preservar o no el vello púbico y disfrutar de su sexualidad en ambas circunstancias. Hay que tener en cuenta que el cerebro es nuestro principal órgano sexual, dado que desde allí surgen nuestras fantasías”, señala la especialista.
En el caso de los hombres, el vello ayuda en la termorregulación de los genitales, lo cual es vital porque la bolsa escrotal debe mantenerse a una correcta temperatura para que no se vea alterada la producción de espermatozoides y se consiga una buena fertilidad.
Un estimulante sexual. El hecho de que el vello púbico aparezca durante la pubertad llevó a algunos antropólogos a sugerir que se trata de un ornamento sexual que podría estar relacionado con la transmisión de feromonas sexuales, sustancias químicas que activan la excitación.
“Esta posibilidad coincide con la presencia de glándulas apocrinas en la región del perineo (entre el ano y los genitales), que además crecen en tamaño y se activan durante la pubertad al mismo tiempo en que crece el vello púbico”, afirma González.
Este tipo de glándulas del sudor están relacionadas con la secreción de feromonas sexuales en muchos mamíferos, donde con frecuencia van acompañadas de mechones de pelo que sirven literalmente para atrapar las feromonas emitidas, favoreciendo así su detección por parte de otros individuos.