Seguro en algún momento hemos escuchado acerca de los juegos de rol sexuales, pero probablemente pocas veces nos hemos preguntado cómo iniciar en ellos.
Por lo regular, nuestro conocimiento de este tipo de cosas está relegado a los ejemplos que vemos en cine y televisión, que pueden llegar a ser particularmente cursis.
Sin embargo, debemos entender que este mundo es mucho más amplio de lo que creemos. Por eso a continuación te dejamos unos datos para que lo intentes.
¿Juegos de qué?
Ante de iniciar en los juegos de rol, probablemente te estarás preguntando qué demonios es eso. ¿Con qué se come?
Se le conoce así a la práctica consensuada de interpretar un papel durante un encuentro sexual o en vías de tener uno.
Contrario a lo que se cree, estos roles pueden llegar a ser muy sencillos y mundanos. Aunque claro, también existen quienes crean escenarios complejos y sumamente fantasiosos, con personajes y personalidades totalmente únicos.
No obstante, por lo regular la gran mayoría se basan en relaciones de poder como amo/maestro o dominante/sumiso. Por esta razón, muchas personas asocian a los juegos de rol con el BDSM, pero no es una regla que ambos conceptos deban estar unidos.
¿Por qué lo haría?
Existen muchas razones por las que las personas buscan iniciar su camino en los juegos de rol. Sin embargo, la más común es que encuentran excitación en las situaciones más que en la idea de tener acción.
Es decir, muchas veces las partes involucradas pueden no sentirse atraídas entre sí, pero la fantasía es la que encenderá su libido.
También cabe destacar que los juegos de rol también pueden practicarse a distancia. De hecho, es muy común en cuestiones como el sexting o por teléfono.
Esto es, en gran medida, porque muchas personas encuentran placer en situaciones bastante fantásticas que en la vida real podrían ser peligrosas o hasta fatales.
¿Y cómo inicio?
Para iniciar en los juegos de rol hay que hacer una regresión a nuestra infancia. Y es que cuando éramos niños era muy común que hiciéramos juegos en los que interpretábamos papeles.
En ese entonces en realidad no había reglas escritas, las íbamos inventando mientras jugábamos. En este caso, podemos intentar algo similar.
Lo único que hay que tener en mente es una meta a la que queramos llegar con toda la fantasía. Mientras tengamos esto claro, no hay muchas cosas que puedan salir mal.
Quizá al principio sea complicado e incluso un poco torpe, pero con la práctica irá fluyendo mejor. Lo único que necesitas es imaginación y no tenerle miedo a descubrir nuevas partes de ti mismo a través de un personaje. Experimenta y diviértete.