Muchos podrán decir que la monogamia está pasando de moda y que bastantes personas están abandonándola; para mí, dejarla involucró muchas lecciones de vida.
Y es que desde que somos pequeños, la familia, nuestro entorno y los medios nos venden una idea específica de cómo deben ser las relaciones.
Sin embargo, cuando empezamos a ver cada una de ellas con su lente particular, aprendemos a valorar el mundo de una manera completamente distinta. Por eso, a continuación te comparto algunas de las valiosas cosas que me dejó abandonar a la monogamia.
1. No soy el centro del universo
Esta es de las lecciones más grandes e importantes que me dio dejar la monogamia. Durante toda la vida nos hemos alimentado con la idea de que estamos en el mundo buscando ‘nuestra otra mitad’. Sin embargo, esta expectativa puede ser muy dolorosa, pues muchos esperan encontrar a una persona que los haga el centro de su universo. ¿Pero qué crees? En realidad nunca lo serás.
En la vida real solo formas parte de una gigante esfera de individuos que tratan de vivir su vida de la mejor forma que pueden. Una vez que entiendes eso, las fantasías del príncipe azul y las historias románticas te dejan de hacer sentido y todas tus relaciones (no solo las románticas) comienzan a ser mucho más empáticas y honestas.
2. Soy suficiente
Otra de las lecciones más básicas que entendí al dejar la monogamia. Por mucho tiempo el estar soltero se convierte en un estigma, sobre todo entre más creces. Esto es porque lo que se espera de ti es que tengas una pareja y eventualmente formes una familia.
Pero esa es tu decisión y si la tomas o no, depende enteramente de ti. Por eso en cuanto entiendes que el amor es libre, también llegas a conocer el cariño que sientes por ti y que no necesitas de nadie para que te complete. Cuando entiendes que tus relaciones son un complemento, la vida instantáneamente luce más sencilla.
3. Desear a otras personas no está mal
Los celos en las relaciones son un problema, creas o no en la monogamia, por eso esta es de las lecciones más esenciales. Y es que para muchos es muy difícil aceptar que nuestras parejas puedan desear a otras personas o que se muestren al mundo disponibles para ellas.
Pero a ver, el amor no es un mercado, somos personas y como tal tenemos muchos sentimientos que nos hacen tomar decisiones.
El deseo es natural. No lo reprimas, mejor habla al respecto y llega a un acuerdo que te haga sentir libre.
4. Existe un mundo de posibilidades
¿Qué es lo que deseas con esta relación? Muchos crecimos con las ideas de nuestros padres, replicando modelos heterosexuales. Pero debes saber que tienes muchas opciones a tu alcance y al abandonar la monogamia podrás descubrir todas las lecciones que la vida te tiene preparadas.
Puedes ser poliamoroso, o solo tener una relación abierta, o simplemente tener una pareja con la que experimentas el deseo con terceros. Fuera de la monogamia tú pones tus propias reglas.
5. Bienvenida la sinceridad
Antes de ser sincero con el mundo, debes aprender a ser sincero contigo mismo. Y esa es la lección más dura que se aprende cuando uno le dice adiós a la monogamia.
Al principio es difícil, porque se pueden herir sensibilidades y se cuestionan las metas de toda una vida. Sin embargo, una vez que el proceso comienza, la marcha se sentirá aún más natural y literal vivirás sintiéndote más liviano y sin cargas.
Axel Salas