La idea de los “beneficios” de ver porno puede resultar absurda para algunos hombres. ¿Cómo abandonar algo tan simple e inofensivo que ayuda a pasar un “buen rato”? A lo largo de nuestras vidas se nos ha dicho que la masturbación no es mala y con cada año se va haciendo más normal. Y aunque el porno antes era de difícil acceso, ahora es cada vez más sencillo, y ya que todos parecen consumirlo, parece cosa de la vida diaria.
Sin embargo, un grupo de hombres y mujeres comenzaron a cuestionar los efectos de la pornografía en la mente creando una comunidad llamada NoFap cuya meta era mostrarle a las personas los supuestos beneficios de dejar de consumir sexo digital, y revelar los daños que tiene a la mente, a la salud sexual y hasta a nuestra propia perspectiva.
Algo importante es que la organización no se refiere al uso casual del porno, sino que se enfoca a las personas que creen que la adicción ha afectado sus vidas. En su sitio oficial NoFap afirma que “investigaciones han mostrado que el uso pesado del porno puede usar los caminos neuronales del cerebro provocando adicción, cambios hormonales y disfunción sexual”.
Uno de los principales estudios y fuentes que usa NoFap son las señaladas por el experto en fisiología Gary Wilson quien se ha enfocado en señalar la “hiperestimulación” del cerebro provocada por el uso de la pornografía, provocando disfunción eréctil, distorsión de la realidad, depresión y ansiedad en quienes son adictos a ella.
Entonces… ¿cuáles son los “beneficios”?
Al momento, la comunidad de estos individuos supera los 600 mil miembros, entre los cuales algunos han compartido beneficios como:
Mayor felicidad
Más autoestima
Mayor motivación
Menores niveles de estrés y ansiedad
Una mayor apreciación por el sexo opuesto, mejorando así la vida sexual
La mayoría de estos hombres se consideraban adictos a la pornografía consumiéndola en varias ocasiones al día creando un patrón de hábito constante y crónico.
Un estudio publicado en el Journal of Clinical Medicine en 2019 señala que la problemática del uso adictivo “puede tener efectos adversos en el desarrollo sexual y el funcionamiento sexual, especialmente entre la población joven” incluso señalando que es posible que haya un vínculo entre el incremento del consumo de la pornografía y el desarrollo de disfunción eréctil entre los jóvenes.
Lo que explica Gary Wilson en sus artículos y en una TedTalk que hizo hace algunos años, es que la adicción al porno puede provocar que algunas personas dejen de sentirse estimuladas al enfrentarse al sexo real, acostumbrándose sólo al estímulo del porno. Tomando esto en cuenta, es posible que la adicción genere más estrés y ansiedad por miedo a tener un mal desempeño, además de que en ocasiones puede resultar más atractivo consumir porno que adentrarse en relaciones sexuales reales, lo cual afecta más a quienes tienen una pareja.
Por este motivo, los efectos señalados por los hombres que se han adentrado en NoFap pueden ser vistos como algo real, sin embargo, aún falta evidencia científica para determinar el papel que tiene renunciar a la pornografía.
De hecho, algo que se menciona constantemente cuando se habla del NoFap es la falta de entendimiento que existe sobre la adicción ya que durante mucho tiempo se ha visto a la masturbación como algo bueno y, aunque definitivamente lo es (con pruebas científicas contundentes) el consumo excesivo del porno mezclado con la masturbación puede tener efectos negativos.
Aunado a lo anterior, es un hecho que la pornografía ya no es igual que hace 20, 30 o 40 años. Otros expertos se suman a esto afirmando que el sexo que se ve actualmente en el porno es cada vez más rudo, más violento y con elementos que en el pasado nos hubieran parecido extraños. Esto puede ser una evolución natural al sentimiento de desensibilidad que se ha creado al percibir este tipo de contenido, y aunque algunos estudios señalan que ha sido beneficial para que algunas personas exploren su sexualidad de una forma más compleja, existe el debate de la adicción.
