Diversos estudios científicos han sugerido que el consumo regular de café podría estar asociado con una disminución en el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Investigaciones indican que componentes bioactivos del café, como los polifenoles y antioxidantes, podrían tener efectos protectores contra este tipo de cáncer.
Un metaanálisis de 2014 revisó múltiples estudios clínicos y encontró que consumir entre 4 y 5 tazas de café al día podría reducir la probabilidad general de desarrollar cáncer de próstata, así como las posibilidades de padecer formas mortales y de alto grado de la enfermedad. Además, se observó que por cada tres tazas adicionales diarias, el riesgo de cáncer de próstata mortal disminuía aproximadamente un 11%.
Otro estudio, publicado en 2011 por la Revista del Instituto Nacional del Cáncer, reveló que los hombres que consumían seis o más tazas de café al día tenían un 20% menos de riesgo de desarrollar cualquier forma de cáncer de próstata. Incluso, aquellos que bebían de una a tres tazas diarias presentaban un riesgo 30% menor de cáncer de próstata letal. Estos beneficios se observaron tanto en el consumo de café con cafeína como descafeinado, lo que sugiere que los efectos protectores no se deben únicamente a la cafeína.
Es importante destacar que, aunque estos hallazgos son prometedores, el consumo excesivo de café puede tener efectos adversos, como la irritación de la vejiga y el aumento de la inflamación en hombres con hiperplasia prostática benigna. Por lo tanto, se recomienda moderar la ingesta y consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en los hábitos de consumo de café.
En resumen, mientras que el consumo moderado de café podría estar asociado con una reducción en el riesgo de cáncer de próstata, es esencial equilibrar los posibles beneficios con los riesgos y considerar las condiciones de salud individuales.