El fin de semana pasado, Salvador, Bahía, Brasil, fue el epicentro de un evento único y peculiar: el concurso anual “Meu Ovo é Um Show” (Mi huevo es un espectáculo). Este evento extravagante celebra la diversidad de los testículos de los participantes, quienes compiten para que sus partes íntimas sean analizadas y juzgadas por un panel de expertos.
La dinámica del concurso es tan simple como sorprendente. Los valientes candidatos se inscriben vistiendo ropa interior con una abertura estratégica en la región escrotal, permitiendo así que los jueces puedan evaluar y decidir quién se llevará el codiciado título. Con una valoración táctil y visual, los jueces analizan aspectos como el volumen, el peso y la estética de los testículos.
Los premios, adaptados a diversas categorías, son un aliciente para los participantes. El propietario del testículo más grande, cariñosamente llamado “huevo” en la jerga popular, se lleva a casa un premio en efectivo de 200 reales y un huevo de Pascua. Mientras tanto, los ganadores de otras categorías, como el testículo más bonito o el más pequeño, son premiados con huevos de Pascua, siendo este último de menor tamaño.
El concurso ha generado opiniones divididas, pero para algunos, como João Figuer, uno de los jueces de la edición 2023, este evento es simplemente el “puro jugo de Salvador“. En una entrevista con UOL, Figuer expresó su entusiasmo por el concurso, destacando su singularidad y la manera en que refleja la idiosincrasia de la ciudad.
A pesar de las opiniones encontradas, el concurso “Meu Ovo é Um Show” continúa captando la atención y el interés de los residentes locales y de todo Brasil. La espera de la foto del ganador está llena de anticipación, ya que se someterá a un escrutinio adicional para determinar si realmente merece el reconocido premio. Sin duda, este evento seguirá siendo parte del folclore brasileño y un tema de conversación intrigante en los años venideros.