Tres hábitos que nos hacen poco atractivos a la hora de encontrar pareja según la ciencia

En el complejo entramado de las relaciones humanas, la atracción va más allá de la superficie física, jugando un papel esencial. ¿Qué nos hace irresistibles a los ojos de los demás? ¿Cómo se establece esa conexión invisible que trasciende las palabras y arraiga en lo más profundo de la psique humana?

La deseabilidad no se limita a la simetría facial o cuerpos esculturales; es un fenómeno complejo que abarca desde la comunicación no verbal hasta la autenticidad emocional. Además, ciertos hábitos pueden influir en nuestro nivel de atracción, independientemente de nuestra apariencia física.

La terapeuta de relaciones Tara Denneny, en un artículo para Psychology Today, destacó tres hábitos que pueden hacer que seamos menos atractivos, junto con consejos para transformarnos en personas más atractivas.

1. Descuidar los pequeños compromisos

A menudo, prestamos atención a las grandes promesas, pero las micro-promesas, esos pequeños compromisos, también son cruciales en cualquier relación. Romper repetidamente estas promesas minúsculas socava la confianza, creando una atmósfera de incertidumbre y decepción.

La alternativa saludable es abstenerse de hacer promesas irrealizables y ser conscientes de todas las promesas, incluso las más pequeñas. Esto aumenta la confianza y mejora nuestro atractivo general. La incorporación de habilidades de autorregulación, según la investigación, es clave para ser más confiables.

2. Falta de sentido del humor o incapacidad para aceptar chistes

La importancia del buen humor y la capacidad de reírse de uno mismo se destaca en estudios recientes. No poder aceptar bromas sobre nosotros mismos puede generar tensiones y complicar las interacciones sociales. Adoptar una actitud despreocupada y reírnos de nosotros mismos refleja seguridad y nos hace más simpáticos y confiados.

3. Comportamiento hipercrítico

Ser constantemente crítico puede volverse agotador y crear un ambiente negativo. La negatividad no solo desagrada a los demás, sino que también puede afectarte, generando una actitud pesimista y tóxica.

La solución radica en cultivar una actitud positiva, enfocándonos en lo positivo en lugar de obsesionarnos con los defectos. Este enfoque mejora la percepción que los demás tienen de nosotros, creando un ambiente más positivo y mejorando nuestras interacciones sociales.

En resumen, la atracción va más allá de la apariencia física. Cuidar los pequeños compromisos, tener sentido del humor y cultivar una actitud positiva son claves para mejorar nuestro atractivo y fortalecer nuestras relaciones.