¿Cómo está cambiando la vida para las parejas homosexuales en Italia?

Las autoridades italianas están implementando medidas restrictivas que afectan a las familias LGBTQ+ y limitan sus opciones para formar una familia.

Para muchas parejas del mismo sexo, la nueva legislación, que busca prohibir la gestación subrogada en el extranjero, representa un ataque personal.

Claudio y Davide (nombres ficticios) están esperando el nacimiento de su bebé, concebido a través de gestación subrogada en el extranjero, ya que esta práctica es ilegal en Italia y en la mayoría de los países europeos. Sin embargo, el Senado italiano está a punto de aprobar una ley que consideraría la gestación subrogada como un “crimen universal”, incluso si se lleva a cabo fuera del país, equiparándola a delitos como el tráfico humano o la pedofilia.

Ningún otro país en el mundo tiene una prohibición tan extensa en contra de la gestación subrogada. Si esta propuesta se convierte en ley, parejas como Claudio y Davide podrían enfrentar multas de hasta 900,000 dólares y hasta dos años de prisión.

La pareja vive con el temor de que puedan ser identificados y perseguidos por el gobierno italiano, por lo que han solicitado mantener su identidad en secreto. Han comenzado a aprender neerlandés y maltés en preparación para un posible exilio político en un país más inclusivo para la comunidad LGBTQ+.

El exilio sería una experiencia emocionalmente difícil para la pareja, ya que significaría dejar atrás a familiares y amigos que los apoyan. Claudio y Davide no encuentran consuelo en la idea de abandonar su país, ya que se sienten orgullosos de ser italianos y creen que se les está tratando como criminales simplemente por desear formar una familia.

La controvertida propuesta de ley forma parte de la agenda de la fracción conservadora liderada por Giorgia Meloni, la primera mujer en ser primera ministra en Italia, cuyo partido, los Hermanos de Italia, tiene raíces en el movimiento fundado por exmiembros del partido Fascista de Mussolini. Meloni defiende una visión tradicionalista de la familia y se opone firmemente a la gestación subrogada y al matrimonio homosexual.

Italia es un país donde la influencia de la Iglesia Católica es significativa, lo que se refleja en su legislación y políticas públicas. El matrimonio homosexual es ilegal, y las parejas del mismo sexo tienen menos derechos en comparación con otros países de Europa Occidental. Esto hace que la gestación subrogada en el extranjero sea la única opción viable para muchas parejas LGBTQ+ que desean formar una familia en Italia.

A pesar de la oposición de algunas figuras políticas, varios expertos legales consideran que la propuesta de ley es irracional y que no tiene sentido equiparar la gestación subrogada con crímenes graves como la pedofilia.

La discriminación que enfrentan las parejas del mismo sexo en Italia se manifiesta de diversas formas, como la falta de reconocimiento de la ciudadanía para los hijos de parejas homosexuales, lo que dificulta su acceso a servicios de salud y educación. Además, la necesidad de adoptar a sus propios hijos se considera humillante y homofóbica, lo que demuestra la lucha continua de la comunidad LGBTQ+ en Italia por la igualdad de derechos y el reconocimiento de sus familias.