Es un hecho que Grindr y todas las apps de levante con el móvil han cambiado para siempre la forma de conocer chicos. De una forma igual de sorprendente que lo fueron los perfiles de páginas web LGBT, Grindr nos trajo el formato más cómodo posible: localización + movilidad. Estés donde estés, desbloqueas tu móvil y encuentras a todos los hombres que quieras a tu alcance.
Pero ¿tiene esto un efecto en la salud mental de los chicos que lo usan? Sin duda. Un psiquiatra norteamericano ha llevado a cabo un pequeño estudio para descubrir los comportamientos y reacciones de 50 chicos gays ante la app.
De una forma superficial, compara la satisfacción de abrir el Grindr con una adicción, ya que la vista de hombres semidesnudos a tu alcance eleva el morbo y la fantasía, y te enfoca más hacia el sexo y al orgasmo que a la relación. También las personas que sufren con el rechazo se van a encontrar con muchos golpes en la cabeza al usar Grindr. Digamos que la app, y todas las similares, han traído al mundo una versión extendida y abierta 24 horas de lo que supone salir a conocer a alguien..
Por eso sería interesante que las propias apps pusieran a disposición de sus usuarios manuales y consejos sobre cómo afrontar situaciones complicadas. Sin duda, siempre habrá racistas y plumófobos dentro de estas apps, pero es importante que su existencia no mine la de personas más frágiles, afectándoles en su día a día.
