Un estudio reciente de 800 hombres homosexuales y bisexuales en Australia encontró que hay poca evidencia que sugiera que los poppers sean adictivos o perjudiciales para la salud mental.
La investigación realizada por la Universidad de Tecnología de Sydney encontró que la droga, que es comúnmente utilizada por hombres homosexuales y bisexuales para relajar los músculos del esfínter durante las relaciones sexuales, no muestra “características típicas de dependencia, incluidos problemas de salud, sociales, legales y financieros, y ninguna correlación entre el uso del popper y la salud mental o el estrés psicológico “.
Los investigadores estudiaron a hombres entre las edades de 18 y 35 años y no encontraron signos de hábitos de consumo riesgosos u otros problemas psicosociales después de usar la droga.
Los poppers son un tipo de nitratos de alquilo que generalmente se inhalan por la nariz, y también se usan recreativamente como una droga para fiestas. El estudio se produjo después de una decisión del gobierno australiano de no prohibir los nitratos de alquilo, sino de ponerlos a la venta sin receta en farmacias para los 100.000 usuarios estimados en Australia.
El Dr. Daniel Demant, investigador de salud pública de la University of Technology Sydney, dijo a Medical Xpress: “Lo que vemos con esta investigación es que los poppers son un medicamento de uso muy común en la comunidad LGBT, tanto recientemente como a lo largo de su vida.
“La mayoría de los usuarios ya están oprimidos o marginados debido a su identidad social como hombres homosexuales o bisexuales. Esto genera una pregunta sobre si habría un elemento discriminatorio en la prohibición de una sustancia con un perfil de riesgo tan bajo”.
“Prohibir una sustancia que es usada por tanta gente crearía una nueva clase de criminales, básicamente de la noche a la mañana”.
Deben usarse con moderación
Los poppers fueron casi prohibidos en el Reino Unido en 2016, antes de que el gobierno diera una vuelta en U de última hora siguiendo el consejo de expertos.
Aunque los poppers pueden no ser adictivos, no están exentos de riesgos para la salud y deben usarse con moderación.
Los poppers aumentan la presión sanguínea, lo que puede provocar accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Si se inhala excesivamente, las posibilidades de una caída en la presión arterial y el desmayo son mayores, junto con los vómitos y las dificultades para respirar. Los estudios también han indicado que podrían causar otros daños duraderos en la vista, el rendimiento sexual y el sistema inmunológico.