Un nuevo estudio sugiere que el concepto de una “cara gay” podría tener algo de fundamento científico, basado en patrones de simetría y ciertos rasgos faciales. La investigación, desarrollada por los científicos Mitch Moffit y Greg Brown del canal de YouTube “AsapSCIENCE”, retoma hallazgos previos que muestran que los rostros de los hombres gays son, en promedio, más simétricos que los de los hombres heterosexuales.
Este estudio ha revelado también que las diferencias no solo se limitan a la simetría. A través de software de análisis 2D y 3D, los investigadores encontraron que los hombres homosexuales tienden a tener frentes más grandes y narices más cortas que los hombres heterosexuales, mientras que las lesbianas presentan frentes más pequeñas y narices más respingadas en comparación con mujeres heterosexuales. Estos resultados amplían la investigación de 2011 que ya apuntaba a una simetría facial más acentuada en hombres gays, aunque no se había explorado en detalle el impacto del cuidado personal y las intervenciones estéticas, como el bótox o los rellenos.
Un estudio de 2021 incluso exploró estas diferencias desde un ángulo experimental: investigadores en España crearon imágenes con rasgos exagerados asociados a la orientación sexual y pidieron a voluntarios que adivinaran la orientación de las personas en las fotos. Cuanto más visibles eran estas características, mayor era la probabilidad de que los voluntarios identificaran correctamente a una persona como gay, lo que sugiere que estos rasgos podrían formar un espectro de percepción más que una diferencia tajante.
La tecnología de inteligencia artificial también se puso a prueba en el estudio. Al analizar más de 35.000 fotos de rostros extraídas de sitios de citas, la IA logró identificar correctamente la orientación de hombres gays el 81% de las veces y de mujeres lesbianas el 74%. Sin embargo, los investigadores advierten sobre la aplicación de esta tecnología en el mundo real, describiendo un posible escenario “distópico” en el que los rostros se clasifiquen según la orientación sexual.
Aunque estos resultados son fascinantes, los investigadores enfatizan que no son universales ni definitivos. Brown y Moffit remarcan que no todos los gays tienen “cara gay” ni todos los heterosexuales “cara heterosexual”. Esto solo revela ciertas tendencias estadísticas, no absolutos.
Además, el estudio resalta que la habilidad para identificar rostros según la orientación sexual mejora entre aquellos con menos prejuicios hacia la comunidad LGBTQ+. En particular, las mujeres destacaron en la precisión de sus juicios en los estudios de 2021, reconociendo a los hombres gays el 75% de las veces.
Aunque la ciencia haya encontrado patrones interesantes, los investigadores señalan que es prudente evitar interpretaciones o aplicaciones rígidas de estos hallazgos, ya que podrían fomentar estereotipos o prejuicios.