La ciudad de Odessa, Texas, ha generado indignación tras implementar una ordenanza que permite a ciudadanos comunes demandar a personas transgénero por usar baños públicos que coincidan con su identidad de género. La polémica medida, que incluye una recompensa mínima de 10.000 dólares por cada denuncia, fue informada por la periodista independiente Erin Reed.
La normativa permite que cualquier persona, excepto funcionarios gubernamentales, interponga una demanda contra una persona trans que utilice un baño acorde con su identidad. Además del pago de la recompensa, la ordenanza incluye “medidas cautelares suficientes para evitar futuras infracciones de esta disposición, daños compensatorios si el demandante alega perjuicio, y la cobertura de costas judiciales y honorarios de abogados”. Las multas pueden ser superiores a los 10.000 dólares por cada violación de esta normativa, ya que la ciudad no establece un límite máximo.
Las repercusiones legales también afectan a quienes se rehúsen a usar el baño alineado con su sexo biológico. Según la disposición, aquellos que insistan en usar un baño acorde con su identidad de género, a pesar de ser requeridos a salir por el propietario del establecimiento, pueden ser acusados de invasión de propiedad. Las violaciones de la ordenanza son consideradas como delitos menores de Clase C, con sanciones de hasta 500 dólares.
La ley define el “sexo biológico” según el certificado de nacimiento original o corregido únicamente en casos de errores administrativos. Esto significa que, incluso si una persona trans actualiza su documento para reflejar su identidad, todavía podría ser considerada infractora en Odessa.
Críticos de la ordenanza advierten sobre los riesgos que plantea esta normativa, ya que no contempla excepciones para personas discapacitadas que puedan requerir acompañamiento en baños. Además, la ordenanza permitiría que se inicien demandas contra cualquier persona cuya apariencia no concuerde con los roles de género tradicionales, incrementando el peligro de persecución y acoso.
Johnathan Gooch, director de comunicaciones de Equality Texas, expresó su preocupación y comparó la medida con leyes antiaborto en Texas, que habilitan a los ciudadanos a demandar a quienes colaboren en la realización de un aborto. Gooch criticó el enfoque “vigilante” de la ordenanza, destacando que promueve la persecución en lugar de la inclusión: “Esta ley parece una estrategia para excluir a las personas trans de la vida pública, y va en contra de la hospitalidad y la amistad que suelen caracterizar a los tejanos”.
En este contexto, Odessa se une a otros estados como Utah y Florida, que también han implementado restricciones al uso de baños para personas trans con sanciones penales. Sin embargo, la dureza de esta recompensa y las restricciones adicionales ponen a Odessa en el foco de una controversia que plantea serios cuestionamientos sobre derechos y privacidad en espacios públicos.