¿Sabes cómo hidratarte correctamente? Tomar agua solo es una parte de lo que necesitas, en especial si lo que quieres es mantener una apariencia joven y retrasar la aparición de las señales del envejecimiento.
Seguramente ya has escuchado muchas veces que el cuerpo humano está formado por una gran cantidad de agua, pero una parte de ella se puede ir perdiendo a lo largo del día debido al sudor, y es por esto necesita “reponer” los niveles, como lo haces cuando le cambias el aceite a tu coche.
Lo que pasa es que, cuando estás deshidratado, tu cerebro y salud se ven afectados (puedes morir de deshidratación), pero también vas a empezar a ver las consecuencias en tu piel. Cuando no tienes una buena hidratación, tu piel se ve opaca, reseca y las señales de envejecimiento, como las líneas de expresión, se pueden hacer más evidentes y profundas.
Cómo hidratarte para frenar el envejecimiento (por dentro y fuera)
Por dentro: Toma suficiente agua
Tu cuerpo necesita agua para funcionar, y tu cerebro la necesita para pensar, es por esto que los expertos recomiendan que tomes al menos dos litros de agua al día como base, pero esto puede cambiar dependiendo de tus necesidades (no necesitas la misma cantidad cuando corres un maratón, cuando buscas bajar de peso o cuando estás inactivo).
Un punto importante que debes saber es que el café, los refrescos, jugos y bebidas azucaradas no cuentan como una forma de hidratación, debes hacerlo con agua natural, ya que otras bebidas pueden contener un exceso de calorías y otros ingredientes que no son tan buenos.
Por dentro: Los alimentos correctos
También puedes “comer” la hidratación, por medio de alimentos que tienen un alto contenido de líquido, como el apio, el pepino, el tomate, la lechuga y los espárragos. Esto es especialmente importante cuando te cuesta trabajo cumplir con la cantidad de agua que se recomienda tomar diariamente.
Por fuera: Usa un humectante poderoso (todos los días)
Tener una crema humectante importante es el paso más importante del cuidado de la piel, ya que estas hidratan la piel y crean una barrera que evita que el agua se escape.
Se recomienda usar este tipo de productos tanto por la mañana como por la noche, utilizando una crema ligera, que no tape los poros y que se ajuste a las necesidades de tu piel (no debes usar los mismos productos cuando tienes la piel grasa que cuando tienes la piel seca). Incluso se recomienda tener una crema especial para el día y otra para la noche, pero tampoco está mal que uses la misma.
Busca ingredientes como el ácido hialurónico, y no olvides usar los productos en toda la cara y el cuello.
Por fuera: Cuida la temperatura del agua
El agua demasiado caliente hace que la piel pierda humedad, que se vea seca y se sienta tensa o con comezón. Lo que más se recomienda es usar agua a temperatura tibia para bañarte, lavarte la cara y el pelo, de esta forma evitas dañar la piel.
De acuerdo con algunos expertos, el agua fría puede ayudar a mantener la piel firme y con una mejor apariencia, aunque hay que tener cuidado con esto y quedar en un punto en el que la temperatura no sea insoportable.
Por fuera: Serum, aceites y más
Además del humectante, hay otros productos que pueden darle un boost extra a tu hidratación. Los aceites y serums contienen ingredientes más concentrados que pueden ayudar a la piel a mantenerse hidratada por más tiempo, por lo que son un complemento ideal para quienes quieren llevar la hidratación un paso más lejos.
Solo recuerda que debes dejar pasar unos segundo entre la aplicación de cada producto, para permitir que se absorban bien.
Por fuera: No olvides el protector solar
Finalmente, el protector solar no te va a hidratar, pero es un paso muy importante para la protección de la piel, puede ser una barrera extra para la hidratación y es lo que va a evitar que el sol cause mucho daño en la piel y la deje más seca, irritada o quemada.