La performance de tango de los hermanos Ezequiel y Facundo Posse, el pasado miércoles, causó un enorme disgusto entre la mayoría de los seguidores del Festival de Folklore de Cosquín de este año. Es que la imagen del beso entre los bailarines fue la que se consideró como una ofensa a las tradiciones profundas que arraiga el festival. Otra parte de la audiencia, sin embargo, creyó positiva la muestra ya que removió los preconceptos del género musical más tradicional del país.
El episodio tuvo lugar en el escenario de la Plaza Próspero Molina, ante una multitud de espectadores que siguió el número de la pareja de hermanos oriundos de Berazategui-Capital Federal. Si bien desde la organización no emitieron respuestas oficiales tras la indignación por parte del público, en ediciones anteriores Cosquín ya había implementado medidas de género propuestas por la comunidad LGTB+.
Un ejemplo se dio el año pasado cuando en la festividad se incluyó la presentación de la cantante trans de folklore “Ferni”, quién posteriormente declaró que su intervención resultó disruptiva ya que el Cosquín “solo contemplaba identidades de hombre y mujeres” y no otras.
En redes, las críticas por el avance contra los valores tradicionales de la festividad fueron multitudinarias y, en líneas generales, descargaron que el número no representó los casi 70 años de historia que lleva Cosquín.
Cosquin 2023 pic.twitter.com/F3xxkk0nHM
— cbagay (@cbagay_com) January 28, 2023