En octubre del año pasado, Lara Godoy fue contratada en la Fiscalía Federal 1, a cargo de Enrique Senestrari. Tras una capacitación se incorporó a los equipos de trabajo de trata de personas.
Es oriunda de San Juan y vive en Córdoba en 2005, donde llegó expulsada de su propia familia por su condición de transexual.
Acá completó el secundario en el Cenma 70 gracias al plan Fines. Egresada, obtuvo una beca en la Universidad Siglo 21 para iniciar la tecnicatura de Relaciones Laborales gracias a un convenio con la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia, a cargo de Alejandro Escudero.
La carrera quedó inconclusa porque se dedicó a la militancia y la ayuda a sus compañeras trans, a través de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta), en especial después de que Azul Montoro, una de sus amigas más cercanas, fue asesinada por un cliente.