Drama social, thriller policíaco, serie juvenil: el éxito español de Netflix “Élite” combina varios géneros y también es popular en Alemania. La cuarta temporada lleva unos días en el proveedor de streaming y, una vez más, tiene mucha piel desnuda que ofrecer.
En el internado de élite “Las Encinas”, los más ricos y bellos vástagos de España retozan, inician romances, tejen intrigas y encubren asesinatos. Dos adolescentes ya fueron asesinados en las primeras temporadas.
Todo comenzó en 2018 con varios estudiantes de familias más pobres becados en “Las Encinas”. Tras el rechazo inicial, la estirada élite juvenil se ha reconciliado con los recién llegados, pero las desigualdades sociales se abordan repetidamente. Por ejemplo, el joven aristócrata Phillipe Florian Von Triesenberg se enamora de Cayetana, que limpia en la escuela.
El nuevo director y sus tres hijos causan mucho revuelo en la nueva temporada. Rebel Mencía se enamora de su compañera de clase Rebeka, que descubre su bisexualidad. La perfeccionista Ari hace girar la cabeza de dos chicos a la vez. Y el seguro de sí mismo Patrick interfiere en la relación de Omar y Andar.
Sexualidad tabú
Al principio de la temporada, Ari aparece sin vida en un lago y los protagonistas son interrogados por la policía. Como es habitual en “Élite”, se utilizan flashbacks para contar la historia de cómo ocurrió el accidente. También hay muchas escenas reveladoras en el camino hacia la resolución.
La representación tabú de la sexualidad es una de las señas de identidad de “Élite”. Por supuesto, aquí los hombres se enamoran de los hombres y las mujeres de las mujeres. Ciertamente no hay homofobia en “Las Encinas”. En cambio, incluso las figuras que pasean por los pasillos de la escuela en el fondo son delgadas y esbeltas. Un poco más de diversidad habría estado bien aquí.
Junto a “La casa del dinero” y “Los telefonistas”, la serie de los creadores Carlos Montero y Darío Madrona es uno de los formatos españoles de éxito en Netflix. Ya se ha rodado una quinta temporada.