La madrugada del 24 de junio, Eric paseaba junto a su chico cuando fueron sorprendidos al grito de “maricones”; él se giró y recibió un puñetazo en la cara que le hizo caer al suelo. Le rompieron la ceja y la nariz, y cuando estaba casi inconsciente se unió un amigo del agresor y entre los dos continuaron con los golpes. “Es muy triste que tengamos miedo por ir con un amigo de la mano”.
Después de la paliza, le robaron el móvil y se fueron. Los agresores lo dejaron tirado en el suelo inconsciente y con la cara ensangrentada. El joven no dudó en acudir a las comandancias policiales de Valencia para denunciar estos hechos, y confía en que sirva para algo.
Mientras tanto, lo ha denunciado públicamente a través de Twitter para demostrar que todavía existen estas agresiones homófobas y delitos de odio. “Tener que sufrir esto por ser como soy siendo el mes del Orgullo… Luego decimos que no hay homofobia”, ha denunciado el joven de 17 años en un tuit que ha recibido multitud de mensajes de apoyo.
“Cuando nos gritaron ‘maricones’ pasé miedo porque no era la primera vez que me lo decían”. La realidad es que aún existen agresiones como esta, que atentan contra la dignidad de las personas simplemente por ser quienes son o por amar a quienes aman. Por eso resulta imprescindible seguir luchando por los derechos LGTB, aún con más ahínco en el mes de Orgullo, para que todo el colectivo pueda vivir sin miedo y en libertad.